Emma Villazón
Nace en Santa Cruz de la Sierra, 1983. Es escritora y Licenciada en Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales. Cursó la carrera de Filología Hispanoamericana en la UAGRM. Ganó el Premio Nacional “Noveles escritores” de la Cámara Departamental del Libro de Santa Cruz con el poemario Fábula de una caída. Actualmente se encuentra en Chile estudiando Magíster en Literatura Latinoamericana y Chilena en la Universidad de Santiago de Chile.
Entrevista a la Poeta Emma Villazón
La poeta boliviana Emma Villazón nos respondió esta entrevista.
F. A: ¿Cuál fue tu primer texto publicado?
Cuando tenía 19 años una editorial independiente me invitó a publicar un díptico donde iban cuatro poemas míos; ahora lógicamente no me siento cercana a ellos, pero en ese momento fueron importantes para mí.
F.A: ¿Qué poema tuyo es el que consideras más íntimo o te gustaría compartir con nosotros ahora?Uno de los que más me gusta es este, uno de los últimos que he escrito.
Contra la imagen que le haces
dices que su escritoriovuela desierto oscuro
y que no te animas a entrar en él
miras su interior : no te convences todavía
es un escritorio vacío pero con los hilos
que tu soledad dibuja necesitada de la sombra della
mejor haz de penumbra clepsidra precipicio acuciante
medusa pasaje infinito de un dónde sin tierra
mejor haz de ella lo que fluye impiadosamente hazla mejor
di que tu mano es el tajo para la voz que tejes de la della
una que corre a un arriba dispersa y que nunca llega
grita mejor que nadie es casa o escritoriopon su boca fuera del plato de la mesa
piérdela piérdela una dos tres mil vecesno pretendas atrapar lo que no se tiene
grita no hay ningún hogar más que el afuera:
el canto filudo de estar sin ningún ahí
más que
a flor del agua
M.C: Desde muy joven estuviste involucrada en el mundo de la literatura, ¿Qué te motivó a escribir poesía?
Creo que es por lo que oculta el lenguaje, por las posibilidades que ofrece la poesía para abrir fisuras en una lengua y decir otras cosas de las comunes con las mismas palabras o inventando nuevas. Eso me parece fascinante y un misterio. Parafraseando a Alejandra Pizarnik, me interesa porque “cada palabra dice lo que dice y además más y otra cosa”. Son esos últimos sentidos escondidos los que me apasionan. Por eso me gusta ese comentario que dice que los poetas son como magos, que hacen aparecer cosas milagrosamente.
F.A: Eres una escritora joven, ¿Qué piensas sobre los nuevos escritores y la poesía latinoamericana? ¿Cómo caracterizarías la poesía joven boliviana?
La poesía latinoamericana es otro misterio para mí, no puedo decir más que me gustaría viajar como Roberto Bolaño por Latinoamérica y descubrir ese enigma como si fuera un caso policial. Yo también sueño con una Cesárea Tinajero. Sobre los poetas jóvenes bolivianos, tengo varios grandes amigos poetas de mi edad, pero se me hace muy difícil caracterizar lo que me pides porque no lo veo como una unidad, dejémosles ese trabajo a los académicos, particularmente yo trato de leer no solo a jóvenes sino a poetas que están más allá de los tiempos.
M.C: En 2007 recibiste El premio Nacional “Noveles Escritores” ¿Qué significó este reconocimiento e tu carrera literaria?
Significó alegría, plata por un tiempo, un empujón en la escritura, aunque la poesía ya estaba en el corazón instalada con fuerza.
F.A: ¿Cómo relacionas o complementas con tu labor creativa la academia?
Me atrae mucho la Academia, en esto opino igual que Ricardo Piglia, es decir que las lecturas críticas académicas son otra ficción, así que las leo con diversión y con un gran asombro frente a las ideas que algunos escritores han podido elaborar sobre la literatura.
C.A: ¿Cuál fue la razón por la cual viniste a Chile?
Decidí venir para comenzar una vida en común con mi pololo, que es chileno y poeta. Digamos que todas las fuerzas astrales de todos los poetas muertos de Chile convergieron en él y me atrajeron como un imán.
F.A: Sabemos que en tu quehacer académico has investigado algunas etnias de Bolivia ¿Cómo ha contribuido a tu mente creativa el contacto con culturas no occidentales?
Trabajé por unos años en la Universidad Gabriel René Moreno en Santa Cruz, en un proyecto de formación en lingüística a maestros indígenas de tierras bajas, entonces apoyaba al equipo docente dando talleres sobre lingüística a los estudiantes, viajaba a los pueblos de cada etnia y les pasaba clases ahí mismo. Hice muy buenos amigos, fue una experiencia inolvidable de encuentro con otras culturas y lenguas, me hizo cuestionarme muchas cosas de mi propia cultura y de nuestro etnocentrismo; por ejemplo, nosotros castellano hablantes creemos que el corazón es el órgano principal donde residen los sentimientos, pero para los guaraní no es así, ellos dicen que es el hígado, cuando asume un nuevo líder en la comunidad le desean suerte a él y que cuide su hígado, o sea que no tenga muchas rabias, y este órgano tiene el mismo protagonismo en las relaciones de pareja. Como ves, me sirvió para creer que existen muy pocas cosas que son universales.
F.A: ¿Cómo fue tu entorno familiar? ¿Piensas que era un ambiente que te impulsaba a la creación y al conocimiento cultural o todo partió como una iniciativa personal?
El ambiente familiar que tuve fue muy normal, de clase media, con un padre abogado con muchos libros y autor de algunos poemas, y una madre, abogada también, que tuvo aspiraciones de joven de estudiar Filosofía y Letras. Y sí, siempre me han apoyado, igual que mis hermanos, claro que ellos son un poco más incrédulos con la literatura.
M.C: Cuéntanos sobre algunos escritores y libros de tu predilección
Ahora el grupo de mis imprescindibles son: Sylvia Plath, Fernando Pessoa, José Lezama Lima, Marina Tsvetáieva, Clarice Lispector y Paul Celan. Libros muy importantes: la poesía completa de Sylvia Plath y la de Fernando Pessoa.
F.A: ¿Qué piensas de la institucionalidad literaria de tu país y cómo la relacionarías con la realidad chilena?
Esa es una pregunta difícil. No sé muy bien qué sería la institucionalidad literaria, pero intuyo que eso tiene que ver con la cosa pública. Y bueno, el Estado en Bolivia ofrece la carrera de Literatura en La Paz, que es la única pública en el país, y la carrera de Filología Hispánica, que también es pública y solo está en Santa Cruz, así también lanza los concursos literarios más importantes. Creo, aunque conozco muy poco sobre este tema en Chile, que aquí el Estado, además de ofrecer formación literaria y de dar premios, apoya con otros incentivos a los escritores, existen fondos de creación por ejemplo, y también sé que en instituciones privadas, como la Fundación Neruda, los poetas jóvenes pueden optar a becas para asistir a talleres de poesía. Me parece que cada Estado, desde sus posibilidades, hace lo suyo en el ámbito literario.
M.C: ¿Tus poemas tienen algún tópico en particular o abordan diferentes inquietudes temáticas?
Mis preocupaciones han ido cambiando con el tiempo. Ahora, por ejemplo, me interesa mucho la naturaleza, escribir sobre plantas, animales y montañas, me gustaría mucho poder desarrollar esa fijación de una manera novedosa.
C.A: ¿Qué piensas de la escritura como forma de desahogo?
Creo que es un peligro, porque la escritura justamente consiste en trabajar con emociones, no en soltarlas sin esfuerzo alguno.
F.A: Nómbranos tus proyectos literarios futuros
El próximo año saldrá mi segundo poemario, todavía sigo trabajándolo; mientras tanto han ido surgiendo otros poemas que creo que forman parte de otra cosa.
F. A: ¿Cuál fue tu primer texto publicado?
Cuando tenía 19 años una editorial independiente me invitó a publicar un díptico donde iban cuatro poemas míos; ahora lógicamente no me siento cercana a ellos, pero en ese momento fueron importantes para mí.
F.A: ¿Qué poema tuyo es el que consideras más íntimo o te gustaría compartir con nosotros ahora?Uno de los que más me gusta es este, uno de los últimos que he escrito.
Contra la imagen que le haces
dices que su escritoriovuela desierto oscuro
y que no te animas a entrar en él
miras su interior : no te convences todavía
es un escritorio vacío pero con los hilos
que tu soledad dibuja necesitada de la sombra della
mejor haz de penumbra clepsidra precipicio acuciante
medusa pasaje infinito de un dónde sin tierra
mejor haz de ella lo que fluye impiadosamente hazla mejor
di que tu mano es el tajo para la voz que tejes de la della
una que corre a un arriba dispersa y que nunca llega
grita mejor que nadie es casa o escritoriopon su boca fuera del plato de la mesa
piérdela piérdela una dos tres mil vecesno pretendas atrapar lo que no se tiene
grita no hay ningún hogar más que el afuera:
el canto filudo de estar sin ningún ahí
más que
a flor del agua
M.C: Desde muy joven estuviste involucrada en el mundo de la literatura, ¿Qué te motivó a escribir poesía?
Creo que es por lo que oculta el lenguaje, por las posibilidades que ofrece la poesía para abrir fisuras en una lengua y decir otras cosas de las comunes con las mismas palabras o inventando nuevas. Eso me parece fascinante y un misterio. Parafraseando a Alejandra Pizarnik, me interesa porque “cada palabra dice lo que dice y además más y otra cosa”. Son esos últimos sentidos escondidos los que me apasionan. Por eso me gusta ese comentario que dice que los poetas son como magos, que hacen aparecer cosas milagrosamente.
F.A: Eres una escritora joven, ¿Qué piensas sobre los nuevos escritores y la poesía latinoamericana? ¿Cómo caracterizarías la poesía joven boliviana?
La poesía latinoamericana es otro misterio para mí, no puedo decir más que me gustaría viajar como Roberto Bolaño por Latinoamérica y descubrir ese enigma como si fuera un caso policial. Yo también sueño con una Cesárea Tinajero. Sobre los poetas jóvenes bolivianos, tengo varios grandes amigos poetas de mi edad, pero se me hace muy difícil caracterizar lo que me pides porque no lo veo como una unidad, dejémosles ese trabajo a los académicos, particularmente yo trato de leer no solo a jóvenes sino a poetas que están más allá de los tiempos.
M.C: En 2007 recibiste El premio Nacional “Noveles Escritores” ¿Qué significó este reconocimiento e tu carrera literaria?
Significó alegría, plata por un tiempo, un empujón en la escritura, aunque la poesía ya estaba en el corazón instalada con fuerza.
F.A: ¿Cómo relacionas o complementas con tu labor creativa la academia?
Me atrae mucho la Academia, en esto opino igual que Ricardo Piglia, es decir que las lecturas críticas académicas son otra ficción, así que las leo con diversión y con un gran asombro frente a las ideas que algunos escritores han podido elaborar sobre la literatura.
C.A: ¿Cuál fue la razón por la cual viniste a Chile?
Decidí venir para comenzar una vida en común con mi pololo, que es chileno y poeta. Digamos que todas las fuerzas astrales de todos los poetas muertos de Chile convergieron en él y me atrajeron como un imán.
F.A: Sabemos que en tu quehacer académico has investigado algunas etnias de Bolivia ¿Cómo ha contribuido a tu mente creativa el contacto con culturas no occidentales?
Trabajé por unos años en la Universidad Gabriel René Moreno en Santa Cruz, en un proyecto de formación en lingüística a maestros indígenas de tierras bajas, entonces apoyaba al equipo docente dando talleres sobre lingüística a los estudiantes, viajaba a los pueblos de cada etnia y les pasaba clases ahí mismo. Hice muy buenos amigos, fue una experiencia inolvidable de encuentro con otras culturas y lenguas, me hizo cuestionarme muchas cosas de mi propia cultura y de nuestro etnocentrismo; por ejemplo, nosotros castellano hablantes creemos que el corazón es el órgano principal donde residen los sentimientos, pero para los guaraní no es así, ellos dicen que es el hígado, cuando asume un nuevo líder en la comunidad le desean suerte a él y que cuide su hígado, o sea que no tenga muchas rabias, y este órgano tiene el mismo protagonismo en las relaciones de pareja. Como ves, me sirvió para creer que existen muy pocas cosas que son universales.
F.A: ¿Cómo fue tu entorno familiar? ¿Piensas que era un ambiente que te impulsaba a la creación y al conocimiento cultural o todo partió como una iniciativa personal?
El ambiente familiar que tuve fue muy normal, de clase media, con un padre abogado con muchos libros y autor de algunos poemas, y una madre, abogada también, que tuvo aspiraciones de joven de estudiar Filosofía y Letras. Y sí, siempre me han apoyado, igual que mis hermanos, claro que ellos son un poco más incrédulos con la literatura.
M.C: Cuéntanos sobre algunos escritores y libros de tu predilección
Ahora el grupo de mis imprescindibles son: Sylvia Plath, Fernando Pessoa, José Lezama Lima, Marina Tsvetáieva, Clarice Lispector y Paul Celan. Libros muy importantes: la poesía completa de Sylvia Plath y la de Fernando Pessoa.
F.A: ¿Qué piensas de la institucionalidad literaria de tu país y cómo la relacionarías con la realidad chilena?
Esa es una pregunta difícil. No sé muy bien qué sería la institucionalidad literaria, pero intuyo que eso tiene que ver con la cosa pública. Y bueno, el Estado en Bolivia ofrece la carrera de Literatura en La Paz, que es la única pública en el país, y la carrera de Filología Hispánica, que también es pública y solo está en Santa Cruz, así también lanza los concursos literarios más importantes. Creo, aunque conozco muy poco sobre este tema en Chile, que aquí el Estado, además de ofrecer formación literaria y de dar premios, apoya con otros incentivos a los escritores, existen fondos de creación por ejemplo, y también sé que en instituciones privadas, como la Fundación Neruda, los poetas jóvenes pueden optar a becas para asistir a talleres de poesía. Me parece que cada Estado, desde sus posibilidades, hace lo suyo en el ámbito literario.
M.C: ¿Tus poemas tienen algún tópico en particular o abordan diferentes inquietudes temáticas?
Mis preocupaciones han ido cambiando con el tiempo. Ahora, por ejemplo, me interesa mucho la naturaleza, escribir sobre plantas, animales y montañas, me gustaría mucho poder desarrollar esa fijación de una manera novedosa.
C.A: ¿Qué piensas de la escritura como forma de desahogo?
Creo que es un peligro, porque la escritura justamente consiste en trabajar con emociones, no en soltarlas sin esfuerzo alguno.
F.A: Nómbranos tus proyectos literarios futuros
El próximo año saldrá mi segundo poemario, todavía sigo trabajándolo; mientras tanto han ido surgiendo otros poemas que creo que forman parte de otra cosa.